martes, 9 de marzo de 2010

Carta abierta a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído

Sra. Ministra,

Tal vez esta carta caerá en el olvido o no, como tantas otras iniciativas, de tantas otras personas, que intentan, día a día, con la mayor de las convicciones, escribir en mayúsculas el nombre de su ministerio. IGUALDAD.

IGUALDAD, sin complejos, sin lastres del pasado, sin etiquetas ni palabras vacías, sin miedo, sin caretas, sin demagogia ni falsas promesas, sin intereses mundanos ni sonrisas vendidas. Personas, hombres y mujeres, que viven con humildad sus vidas y defienden con pasión sus valores. Personas como Jordi, como Susana, como Mercedes, como Hilario o Antonio o Emilia, o Clara o Jesús, o como tantas otras, que hacen de sus vidas un ejemplo, sin halagos ni propinas, sin mas beneficio ni provecho que la tranquilidad de sus conciencias.

Por supuesto, no escribo en nombre de ellos, seria tremendamente pretencioso por mi parte resumir en mis palabras el sentir de tanta gente. Tan solo hablo en mi nombre, aunque sé, al igual que usted, que no estoy solo en esta lucha.

Cuatro años de camino. Casi derrotado por la mas deleznable de las tiranías, sumido, a menudo, en la desesperación y la impotencia, aprisionado en la hipocresía de tantos procesos arbitrarios e interminables letanías. Sufriendo el envite bilioso de ruines letrados, adulterando mi vida desde su poltrona con solemnes discursos repletos de falsedades mal intencionadas. Observo atónito la impunidad ante el vertido de calumnias y falsas denuncias, defendidas con hipocresía por un miserable parné que soborna y mitiga conciencias ¿y todo eso para que? Tan solo para seguir siendo padre mas allá de mi ex mujer.

Lo justo, dista mucho hoy por hoy de la justicia, y la IGUALDAD dista mucho de la realidad. Usted tiene el privilegio, pero también el deber de ser la abanderada de esa IGUALDAD y hacernos verdaderamente iguales, a mujeres y a hombres, y no permitir más esta sangría de padres, separados a la fuerza de sus hijos, desahuciados y arruinados por el mero hecho de ser hombres.

Por la IGUALDAD, CUSTODIA COMPARTIDA.

Telémaco Tomás.